Verdadera desinfección de áreas críticas de hospitales

En este caso se trató de un área de emergencias pediátricas de un hospital que había sido desinfectada con productos químicos y que, sin embargo, después de la desinfección, los análisis correspondientes a la presencia de colonias de microorganismos causantes de enfermedades intrahospitalarias dieron positivo (presencia de colonias) y en estado crítico (exceso de colonias).

Los malos resultados de la desinfección previa se debió a que no se eliminó adecuadamente la suciedad y a la resistencia de los microorganismos a los productos químicos tradicionales (inmunidad por acostumbramiento a los productos usados y que es transmitida genéticamente entre los microorganismos).

La metodología utilizada por nosotros fue una limpieza básica (a fondo) de las superficies sin utilizar ningún tipo de productos químicos, utilizamos simplemente agua y en pequeñas cantidades.

El resultado del análisis posterior a nuestra limpieza dio como resultado áreas biolimpias (es decir exentas de colonias), habían sido eliminados todos los microorganismos demostrándose de esta forma que la limpieza es muy importante para evitar las enfermedades intrahospitalarias.

Las marcadas ventajas de este tipo de eliminación de colonias son principalmente dos:

  1. No se crean microorganismos resistentes a los biocidas porque no se usan productos químicos de ningún tipo.
  2. El área se utiliza inmediatamente después del tratamiento porque se encuentra libre de contaminación por productos químicos que, en su mayoría, son cancerígenos.

El proceso aplicado

El proceso de desinfección fue realizado por medios mecánicos y térmicos con equipos Kärcher usándose un total de 80 litros de agua potable, nada de productos químicos.

Previamente se procedió a esterilizar los equipos con vapor a 150ºC para eliminar todo vestigio de microorganismos:

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Personal operario uniformado con indumentarias (trajes, gafas, filtros de respiración y botas especiales) convenientes para evitar que contaminen las áreas tratadas:

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Las paredes son tratadas con vapor a 150ºC de temperatura para que la superficie en contacto sufriera cambios térmicos bruscos con el fin de pasteurizar los microorganismos y eliminar toda la suciedad que los contienen:

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Los pisos fueron refregados con agua limpia inocua para la salud. El apriete (presión sobre el suelo) fue 7 veces mayor y a revoluciones por minuto 10 veces mayores que las máquinas convencionales usadas para este fin:

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Tratándose de áreas que se limpian diariamente, llama la atención la gran cantidad de suciedad que se removió, demostrándose de esta manera la supremacía de nuestros equipos, insumos y personal:

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El agua sucia que se aprecia en el depósito de la máquina es el resultado de cada 15 metros cuadrados de superficie, es decir que se eliminaron un total de 10 depósitos de agua sucia (barro):

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Principales agentes causantes de las Enfermedades Intrahospitalarias

Género Staphylococcus

El género Staphylococcus comprende microorganismos que están presentes en la mucosa y en la piel de los humanos y de otros mamíferos y aves, incluyendo a 35 especies y 17 subespecies, muchas de las cuales se encuentran en los humanos. Las especies que se asocian con más frecuencia a las enfermedades en humanos son Staphylococcus aureus (el miembro más virulento y conocido del género), Staphylococcus epidermidis, Staphylococcus saprophyticus, Staphylococcus capitis, «Staphylococcus afarensis» y Staphylococcus haemolyticus.

Características generales

Los Staphylococcus crecen fácilmente sobre casi todos los medios bacteriológicos, en condiciones aeróbicas se da el mejor crecimiento. Su mayor velocidad de crecimiento es a 5 – 25 ºC; pero también se puede ver en activa fisión binaria entre 30 y 27 ºC. Además, producen catalasa, lo que los diferencia de los estreptococos. Tiene importancia médica principalmente el Staphylococcus aureus, y en humanos además de éste, el Staphylococcus saprophyticus y el Staphylococcus epidermidis.

Factores de virulencia

Contiene varias características en sus factores de virulencia, en su estructura se encuentran los ácidos teicólicos y lipoteicólico, y los péptidoglicanos.

Los ácidos le sirven para adherirse a superficies corporales junto con las especies de Staphylococcus que tienen cápsula, y en conjunto los ácidos teicólicos y el péptidoglicano tienen la característica que activan el sistema inmune del complemento y sirven además de evasores de la fagocitosis.

Entre sus factores de virulencia que le sirven para la invasión y le sirven al laboratorista para su identificación están:

  • La presencia de catalasa
  • La presencia de coagulasa en el caso del Staphylococcus aureus (patognomónico).
  • La fermentación del azúcar Manitol específico como la coagulasa del Staphylococcus aureus (el más importante)
  • Presencia de beta lactamasa, que rompe el anillo beta lactámico de los antibióticos con esta estructura

Papel en la enfermedad

Las enfermedades que puede desarrollar el género Staphylococcus están mediadas por la producción de toxinas, entre las cuales están:

  • Enterotoxinas – Diarreas, vómito, náuseas
  • Daño en la piel, separando el estrato granuloso del córneo dando el signo de piel escaldada
  • Enfermedades comunes: Forúnculos e Impétigo ampolloso
  • La más grave para el humano es la endocarditis bacteriana producida por el Staphylococcus aureus porque puede matar por insuficiencia cardiaca, siendo esta la enfermedad más frecuente subsecuente a la infección.

Staphylococcus aureus

Staphylococcus aureus es una especie bacteriana integrada por formas cocaceas, que se dividen en mas de un plano, por lo que se agrupan regularmente en racimos. Son inmóviles y carecen de esporas. Son gram positivas.

La infección por Staphylococcus aureus es bastante común y de larga historia pues es resistente a la penicilina, y con esto se ha vuelto un importante reto para la comunidad médica. Además de provocar enfermedades de difícil manejo, se le ha encontrado un tropismo por el polivinilo, material usado en los catéteres, lo que aumenta el riesgo de infección nosocomial.

Su metabolismo es de tipo fermentativo, son aerobios y anaerobios facultativos, catalasa positivo y oxidasa negativo. Son capaces de fermentar la glucosa sin producción de gases y producen acetin metil carbinol. Fermentan el manitol con formación de ácidos y puede hacerlo en anaerobiosis. No hidrolizan el almidón y son capaces de crecer en presencia de un 40% de bilis. Soportan tasas elevadas de cloruro sódico, hasta un 15%. La temperatura óptima de crecimiento va de 35 a 40º C y el pH óptimo oscila entre 7,0 y 7,5 aunque soportan pHs mucho más extremos.

Poseen una enzima, coagulasa que los diferencia del resto de las especies del género, esta tiene la facultad de reaccionar con el fibrinógeno dando lugar a un coágulo de fibrina. Poseen igualmente una desoxirribonucleasa (Dnasa) que es una nucleasa exocelular que depolimeriza el ADN. A esta enzima se la denomina termonucleasa por se termorresistente en las cepas de Aureus.

Morfología

El Staphylococcus aureus es un coco inmóvil, de 0.8 a 1 micrómetro de diámetro, que se divide en tres planos para formar grupos de células irregulares semejantes a racimos de uvas. En extendidos de pus los cocos aparecen solos, en pares, en racimos o en cadenas cortas. Los racimos irregulares son característicos de extendidos tomados de cultivos que se desarrollan en medios sólidos, mientras que en otros cultivos son frecuentes las formas de diplococos en cadenas cortas. Unas pocas cepas producen una capsula o capa de baba que incrementa la virulencia del microorganismo. El Staphylococcus aureus es un microorganismo grampositivo, pero las células viejas y los microorganismos fagocitados se tiñen como gram negativos.

Epidemiología

El Staphylococcus aureus es un agente patogénico que actúa como un microorganismo saprofito, se encuentra en la piel del individuo sano pero en ocasiones en que las defensas de la piel caen puede causar enfermedad. El principal grupo de riesgo son pacientes hospitalizados o inmuno comprometidos. Cerca de 2 mil millones de personas han sido colonizadas mundialmente por este microorganismo.

Infección

Infección de piel y partes blandas. Neumonía, sialadenitis, sepsis con o sin metástasis (osteítis, artritis, endocarditis, abscesos localizados), orzuelos. Enfermedades por toxinas (síndrome de la piel escaldada, síndrome del shock tóxico y gastroenteritis).

Resistencia

El Staphylococcus aureus posee resistencia mediante una beta lactamasa inducible que le confiere resistencia ante la penicilina, esta beta lactamasa está codificada en un plásmido presente en más del 90% de las cepas. La resistencia al óxido nítrico es una cualidad peculiar del Staphylococcus aureus, capacidad que lo distingue de otros patógenos, incluyendo los comensales Staphylococcus epidermidis y Staphylococcus saprophyticus. Esa resistencia se debe a que el microorganismo produce una enzima llamada lactato deshidrogenasa, que la faculta para tolerar el estrés causado por el radical del óxido nítrico. Esta observación se ha hecho en especies resistentes a la meticilina como las que son susceptibles al antibiótico, así como en cepas hospitalarias como adquiridas en la comunidad.

Tratamiento

Esta bacteria produce la enzima penicilinaza, pero hay que tomar en cuenta que está logrando un alto grado de tolerancia contra penicilinas resistentes a penilicinazas como la oxacilina, cloxacilina y dicloxacilina. Penicilina 4ª Generación (Meticilina), si no es resistente (SARM Staphylococcus aureus Resistentes a Meticilina).

Alternativas

Vancomicina (es el antibiótico de elección en caso de resistencia a la cloxacilina), cotrimoxazol, cefalosporina, amoxicilina asociada a ácido clavulánico, imipenem, clindamicina, ciprofloxacino o un aminoglicósido (no debe utilizarse como fármaco único). Es interesante la actividad de la fosfocina en tratamiento de pacientes nosocomiales alérgicos a los beta-lactámicos. Actualmente se estudia el tratamiento mediante bacteriófagos (virus capaces de eliminar a estas bacterias) para prevenir o curar infecciones, tanto localizadas como sistémicas.

Comentarios

  • Los abscesos deben desbridarse y la infección del material protésico requiere retirarlo.
  • En caso de gastroenteritis sólo están indicadas las medidas sintomáticas.
  • En caso de infección grave (endocarditis, bacteriemia) es aconsejable asociar un aminoglicósido al betalactámico o a la vancomicina, durante la primera semana de tratamiento.
  • La neumonía estafilocócica requiere medidas de aislamiento estricto.
  • La enteritis estafilocócica (no tóxica) requiere medidas de aislamiento del tipo entérico.
  • Las heridas infectadas requieren medidas de aislamiento del tipo cutáneo/heridas.
  • Posee una gran cantidad de factores de virulencia

Enzimas

  • Coagulasa, fibrinolisina, hialuronidasa, termonucleasas, bacteriocinas y penicilinazas, ADNasa.
  • Catalasa.- la descomposición del agua oxigenada en agua y oxígeno molecular, por la catalasa, podría inferir en la destrucción intrafagocítica mediada por radicales tóxico de oxígeno.
  • Coagulasa libre.- es un profermento que en presencia de protrombina, o un cofactor del plasma de conejo (coagulase reacting factor, CRF), o ambos, forma un complejo de actividad proteolítica que transforma el fibrinógeno en fibrina, determinando la formación de coágulos intravenosos.
  • Hialuronidasa.- aumenta el poder invasivo de los estafilococos al hidrolizar el ácido hialurónico, mucopolisacárido constituyente fundamentalmente de los tejidos.
  • Estafilocinasa.- actúa sobre la fibrina por activación de una profibrinolisina, destruyendo los coágulos de fibrina y facilitando la formación de microtrombos y las metástasis sépticas.
  • Lipasa.- tales como fosfolipasas o esterasas, capaces de metabolizarlas grasas cutáneas.
  • Nucleasas.- hidrolizan el ADN de las células eucariotas, por lo que podrían contribuir a las lesiones tisulares.

Toxinas

  • Hemolisina, leucocidinas toxina del síndrome del shock tóxico, toxina epidermolítica y enterotoxina.
  • Citotoxinas como alfa toxina (destruye monocitos y plaquetas – forma anillo polimérico), beta toxina (esfingomielinasa C), gamma toxina (hemolítica) y delta toxina (tipo Detergente).

Para no tener problemas con este microorganismo es necesario evitar la contaminación cruzada en la elaboración de alimentos, almacenarlos a altas o bajas temperaturas para evitar o restringir su crecimiento y cocinar los alimentos.

El Staphylococcus aureus es un agente corriente de las infecciones piógenas y de las toxiinfecciones alimentarias. Los Staphylococcus se diseminan por las actividades domesticas y comunitarias tales como hacer cama, vestirse o desvestirse. Se hallan presentes fosas nasales, sobre la piel y el cabello de una gran proporción de la población.

El Staphylococcus aureus es coagulasa positivo, lo cual constituye su característica más distintiva. En los pocos casos de un posible Staphylococcus aureus que no produce coagulasa puede realizarse la prueba para desoxirribonucleasa termoestable que es aún más específica.

Es una bacteria muy completa que es mortal y se puede desarrollar tanto con oxigeno o sin el, puede también desarrollarse en el mar, se sitúa en la piel y las fosas nasales. La mayoría de estas infecciones pueden ser leves como granos y forúnculos y pueden tratarse sin antibióticos. Pero también pueden causar infecciones graves como heridas quirúrgicas, infecciones de la sangre y neumonía.

Staphylococcus aureus resistente a la meticilina o SARM

El Staphylococcus aureus resistente a la meticilina o SARM es una bacteria que se ha vuelto resistente a varios antibióticos, primero a la penicilina en 1947, y luego a la meticilina.

Si bien una colonización de SARM en un individuo por lo demás sano generalmente no es grave, la infección de este microbio puede amenazar la vida de pacientes con heridas profundas, catéteres intravenosos u otros instrumentos que introducen cuerpos extraños, o como una infección secundaria en pacientes con un sistema inmunitario debilitado.

El SARM produce sobre todo infección nosocomial, es decir. Su manifestación más grave es la neumonía nosocomial, enfermedad que puede ser mortal y que se contrae a través de la inserción de un tubo ventilador en el cuerpo del paciente.

Se reportan cada vez más brotes de colonización de SARM mediante contacto cutáneo en vestidores y gimnasios, incluso entre poblaciones sanas. Causa al menos el 20% de las infecciones de Staphylococcus aureus en poblaciones que consumen drogas por vía intravenosa.

Si bien el SARM, como se indicó antes, no responde a los antibióticos más comunes, hay otros fármacos, como la vancomicina y el linezolid, que ayudan a combatir la infección.

El SARM puede provocar infecciones potencialmente letales y generalmente solo es posible tratarla con antibióticos intravenosos muy costosos. Una cepa resistente a los medicamentos de una bacteria potencialmente letal que atravesó las fronteras de los hospitales se está propagando, informaron investigadores. Los expertos dijeron que el Staphylococcus aureus resistente a la meticilina, está empezando a aparecer fuera de los hospitales.

Esta «superbacteria» generalmente solo es posible tratarla con antibióticos intravenosos muy costosos. El SARM causó la muerte de unos 19,000 estadounidenses en el 2005, la mayoría de ellos en hospitales. Cerca del 30% de las personas transporta estafilococos de manera crónica, los cuales pueden transmitirse por el contacto con otras personas o porque las bacterias se depositan en superficies u objetos que luego las personas tocan. Puede generar infecciones profundas en los tejidos si ingresa al organismo por una herida en la piel. De las personas que portan un Staphylococcus, la mayoría lo lleva en su nariz, pero el SARM también puede vivir en y alrededor del ano y por eso se transmite con frecuencia en relaciones sexuales por vía anal. Las infecciones por estafilococos lucen como un sarpullido en la piel, que si permanece sin tratar puede inflamarse y llenarse de pus. La mejor forma de evitar la infección es lavándose las manos y los genitales con agua y jabón.

Staphylococcus epidermidis

Es una especie bacteriana del género Staphylococcus, consistente en cocos gram positivos arreglados en grupos. Es catalasa-positiva, termonucleasa negativo aunque a veces varía a coagulasa negativa; y se presenta frecuentemente en la piel de humanos y animales, y también en las membranas mucosas. Es sensible al antibiótico novobiocina; un concepto que lo distingue de otros organismos comunes de coagulasa negativa como Staphylococcus saprophyticus.

Debido a la contaminación, Staphylococcus epidermidis es probablemente la especie más común hallada en análisis de laboratorio.

Características

  • Es la causa menos común en infecciones oportunistas
  • Es un mediador de infecciones nosocomiales
  • Su crecimiento es no hemólisis
  • No fermenta manitol
  • No es pigmentado
  • Coagulasa negativo

Patogénesis

Las bacterias poseen una capa externa de polisacáridos que se adhieren firmemente al plástico, lo que también contribuye a impedir la penetración de los antibióticos dificultando el tratamiento.

Mecanismo de transmisión

Se puede obtener en una herida ya que es de flora normal.

Datos clínicos

Staphylococcus epidermidis es por lejos el microorganismo recuperado con mayor frecuencia ya que existe en entre el 50% y más del 80% de los alimentos.

Se ha aislado en válvulas cardiacas prostéticas, prótesis ortopédicas y catéteres intravenosos.

Enfermedades

  • Infecciones de catéter
  • Infección de implante de prótesis
  • Infección de herida
  • Cistitis
  • Septicemia
  • Endocarditis
  • Endoftalmitis

Diagnostico de laboratorio

Hallarlo en un solo hemocultivo o cultivo de orina resulta un diagnostico dudoso, por otra parte son cocos gram positivos de color morado, puede llegar a producir colonias blancas gama o no hemolíticas y se debe realizar pruebas de catalasa y coagulasa si prevalecen las dudas.

Tratamiento

Tiene alta tasa de resistencia a múltiples antibióticos. Son resistentes a la meticilina y se ha demostrado que tiene sensibilidad a la vancomicina evolucionando el paciente favorablemente, pero el fármaco debe dar elecciones.

Prevención

Esta se puede dar al eliminar todos los objetos que puedan estar infectados como los catéteres y las prótesis usadas.

Staphylococcus saprophyticus

Staphylococcus saprophyticus es un coco gram positivo, coagulasa negativo, anaerobio facultativo, no formador de cápsula ni de espora, es inmóvil.

Posee la enzima ureasa y es capaz de adherirse a las células epiteliales del tracto urogenital.

Su hábitat normal no se conoce con exactitud

Es causa frecuente de infecciones del tracto urinario en mujeres jóvenes y uretritis en varones. Durante el coito puede haber un arrastre de bacterias de la vagina al tejido urinario; por lo que después del coito es muy recomendable orinar.

Diagnóstico

Clínico: piel

Laboratorio: muestras y comprobación.

La detección en orina no es suficiente para el diagnóstico.

Tratamiento

Muchas cepas son resistentes a la penicilina. Es sensible a la vancomicina, pero es resistente a la meticilina en algunos casos.

Escherichia coli

La Escherichia coli (E. coli) es quizás el organismo procarionte más estudiado por el ser humano, se trata de una bacteria que se encuentra generalmente en los intestinos de animales y por ende en las aguas negras. Fue descrita por primera vez en 1885 por Theodore von Escherich, bacteriólogo alemán, quién la denominó Bacterium coli. Posteriormente la taxonomía le adjudicó el nombre de Escherichia coli, en honor a su descubridor. Ésta y otras bacterias son necesarias para el funcionamiento correcto del proceso digestivo. Además produce vitaminas B y K. Es un bacilo que reacciona negativamente a la tinción de Gram (gram negativo), es anaeróbico facultativo, móvil por flagelos peritricos (que rodean su cuerpo), no forma esporas, es capaz de fermentar la glucosa y la lactosa y su prueba de IMVIC es + + – -.

Es una bacteria utilizada frecuentemente en experimentos de genética y biotecnología molecular.

Rol normal

La Escherichia coli, en su hábitat natural, vive en los intestinos de la mayor parte de mamíferos sanos. Es el principal organismo anaerobio facultativo del sistema digestivo. En individuos sanos, es decir, si la bacteria no adquiere elementos genéticos que codifican factores virulentos, la bacteria actúa como un comensal formando parte de la flora intestinal y ayudando así a la absorción de nutrientes. En humanos, la Escherichia Coli coloniza el tracto gastrointestinal de un neonato adhiriéndose a las mucosidades del intestino grueso en el plazo de 48 horas después de la primera comida.

La Escherichia coli se movilizan con flagelos (estructuras largas y delgadas) que rotan en contra del sentido de las manecillas del reloj, provocando que la bacteria se mueva a favor de las manecillas del reloj.

Escherichia coli O157:H7

La Escherichia coli O157:H7 es una de cientos de cepas de la Escherichia coli. Aunque la mayoría de las cepas son inocuas y viven en los intestinos de los seres humanos y animales saludables, esta cepa produce una potente toxina y puede ocasionar enfermedades graves como el Síndrome Urémico Hemolítico.

La Escherichia coli O157:H7 fue reconocida inicialmente como causa de enfermedad en 1982 durante un brote de diarrea aguda con sangre; el brote determinó que se debía a hamburguesas contaminadas. Desde entonces, la mayoría de las infecciones han provenido de comer carne de vacuno molida insuficientemente cocinada.

En 1996, cerca de Seattle, EEUU, se produjo un brote a causa de esta bacteria que se encontró en botellas de zumo de manzana de la marca Odwalla. Muchas personas, entre ellas bebés y niños, murieron después de tomar este zumo. La bacteria entró en las botellas porque las manzanas que se exprimieron contenían excrementos de venados de la zona y no hubo ningún tipo de pasteurización.

Se diferencia de las otras Escherichia coli en que no fermenta el sorbitol, no crece a 44 ºC y no produce β-glucoronidasa. La combinación de letras y números en el nombre de la bacteria se refiere a los marcadores antigénicos específicos que se encuentran en su superficie y la distingue de otros tipos de Escherichia coli:

  • El antígeno somático O, proveniente del lipopolisacárido de la pared celular;
  • El antígeno flagelar H, compuesto por 75 polisacáridos.

El grupo de riesgo comprende prácticamente a todas las personas inmuno competentes o no, los niños menores de 5 años de edad con problemas de alimentación, así como los ancianos son los más susceptibles de contraer complicaciones graves.

Patogenia

La Escherichia coli puede causar infecciones intestinales y extra-intestinales generalmente severas, tales como infecciones del aparato excretor, meningitis, peritonitis, mastitis, septicemia y neumonía Gram-negativa.

Virulencia

La Escherichia coli entérica está dividida por sus propiedades virulentas pudiendo causar diarrea en humanos y otros animales, como cerdos, cabras, ganado, perros y caballos. Otras cepas causan diarreas hemorrágicas por virtud de su agresividad, patogenicidad y toxicidad. En muchos países ya hubo casos de muerte con esta bacteria. Generalmente les pasa a niños entre 1 año y 8 años ocasionado generalmente por la contaminación de alimentos y posterior mala cocción de los mismos, es decir a temperaturas internas y externas menores de 70º C.

Infecciones urinarias por Escherichia coli

Son más comunes en mujeres por lo corto de la uretra (25–50 mm) en comparación con los hombres (unos 20 cm). Entre los ancianos las infecciones urinarias tienden a ser de la misma proporción entre hombres y mujeres. Debido a que la bacteria invariablemente entra al tracto urinario por la uretra (una infección ascendente), los malos hábitos sanitarios pueden predisponer a una infección, sin embargo, otros factores cobran importancia, como el embarazo, hipertrofia benigna o maligno de próstata, y en muchos casos el evento iniciante de la infección es desconocida. Aunque las infecciones ascendentes son las causantes de infecciones del tracto urinario bajo y cistitis, no es necesariamente ésta la causa de infecciones superiores como la pielonefritis, que puede tener origen hematógena.

Tratamiento

El uso de antibióticos es poco eficaz y casi no se prescribe. Para la diarrea se sugiere el consumo de abundante líquido y evitar la deshidratación. Cuando una persona presenta diarrea no debe ir a trabajar o asistir a lugares públicos para evitar el contagio masivo, sin embargo en algunas patologías como la pielonefritis hay que considerar el uso de alguna cefalosporina endovenosa.

Clasificación

Se distinguen seis cepas según su poder patógeno, también se les puede llamar virotipos:

  1. La Escherichia coli enteropatógena (ECEP) es el agente causal predominante de diarrea en niños que viven en países en vía de desarrollo (Nataro y Kaper, 1998). ECEP interacciona con las células epiteliales produciendo una lesión histopatológica característica conocida como “adherencia / destrucción” o lesión A/E (attaching and effacing) (Kaper, 1998). En la producción de la lesión A/E por ECEP se observan cambios importantes en el citoesqueleto de la célula hospedera, los cuales incluyen a la acumulación de actina polimerizada formando una estructura parecida a una copa o pedestal (Knutton y cols., 1989; Donnenberg y colaboradores, 1997). La adherencia inicial está relacionada a la producción de la fimbria BFP (Bundle Forming Pilus), el cual se requiere para la producción de diarrea por ECEP. La expresión de la fimbria BFP de Escherichia coli Enteropatógena, codificada en el operón bfp, responde positiva o negativamente a señales ambientales que pudieran encontrarse en el hospedero y determinar la adherencia bacteriana a la superficie de las células del epitelio intestinal. La regulación coordinada de estos genes involucrados en la patogénesis es una necesidad importante para la adaptación de las bacterias patógenas a los diferentes ambientes encontrados dentro del hospedero durante la infección. La expresión de los factores de virulencia de ECEP, en respuesta a señales ambientales, podría involucrar una red compleja de interacciones entre reguladores transcripcionales específicos y globales a través de un circuito regulador iniciado con la activación del operones bfp y perABC (bfpTVW) por PerA (BfpT), el cual podría estar detectando las señales del medio, actuando como regulador maestro y PerC (bfpW) como segundo regulador al activar la expresión del operón LEE1. Debido a la potencial importancia de PerA como factor regulador para los determinantes de virulencia de ECEP, se debe estudiar los mecanismos moleculares de la función de PerA (BfpT) como activador de su propia expresión y la del operón bfp. Este regulador podría poseer dominios estructurales que estén involucrados en la unión a ADN, interacción con la ARN polimerasa, interacción con otras proteínas reguladoras que actúen como co reguladores para inducir la expresión de los operones bfp y perABC (bfpTVW). Mientras que la unión a ADN ha sido bien caracterizada en varios miembros de la familia AraC/XylS, la activación transcripcional por proteínas de esta familia es menos comprendida. Varios de los miembros de esta familia activan factores de virulencia en patógenos bacterianos y por ende son de interés como posibles blancos de agentes antibacterianos CHPG.
  1. La Escherichia coli enterotoxigénica (ECET) se parece mucho a V. cholerae, se adhiere a la mucosa del intestino delgado, no la invade, y elabora toxinas que producen diarrea. No hay cambios histológicos en las células de la mucosa y muy poca inflamación. Produce diarrea no sanguinolenta en niños y adultos, sobre todo en países en vías de desarrollo, aunque los desarrollados también se ven afectados.
  1. La Escherichia coli enteroinvasiva (ECEI) es inmóvil, no fermenta la lactosa. Invade el epitelio intestinal causando diarrea sanguinolenta en niños y adultos. Libera el calcio en grandes cantidades impidiendo la solidificación ósea, produciendo artritis y en algunos casos arterioesclerosis.
  1. La Escherichia coli enterohemorrágica o verotoxigénica (ECEH) produce verotoxinas que actúan en el colon. Sus síntomas son: primero colitis hemorrágica, luego síndrome urémico hemolítico (lo anterior más infección del riñón, posible entrada en coma y muerte), y por último, púrpura trombocitopénica trombótica (lo de antes más infección del sistema nervioso central). Esta cepa no fermenta sorbitol y posee un fago donde se encuentran codificadas las verotoxinas, también llamadas «Toxinas Shiga», no posee fimbria formadora de mechones, en vez de esto posee una fimbria polar larga que usa para adherencia.
  1. La Escherichia coli enteroagregativa (ECEA). Los estudios realizados sobre la capacidad adherente de la Escherichia coli a células heterohaploides (HEp-2) muestran que, además de la adherencia localizada, existen otros 2 mecanismos: uno llamado difuso, que se produce cuando las bacterias se unen al citoplasma celular, y otro agregativo, que se forma cuando las bacterias se acumulan en forma de empalizada tanto en la superficie celular como en el vidrio de la preparación. Estudios recientes han definido algunas características de estas cepas, como es el fenómeno de la auto agregación, que está determinado por un plásmido de 55 a 65 mdaltons, que codifica para una fimbria de adherencia, un lipopolisacárido uniforme y una nueva enterotoxina termoestable (TE) denominada toxina enteroagregativa estable (TEAE). Se han detectado algunas cepas que elaboran una segunda toxina termolábil antigénicamente relacionada con la hemolisina de Escherichia coli, la cual puede causar necrosis de las microvellosidades, acortamiento de las vellosidades intestinales e infiltración mononuclear de la submucosa. La capacidad de las cepas de E. coli enteroagregativa (ECEAgg) para sobrevivir largo tiempo en el intestino humano y la producción de una o más de las toxinas descritas, pudiera explicar la persistencia de las diarreas por ellas producidas. Se han aislado cepas de ECEAgg en niños con diarrea con sangre, aunque en la actualidad se desconoce si existen diferentes cepas agregativas relacionadas con diarreas persistentes u otras en relación con diarrea con sangre. Estudios recientes muestran la existencia de una toxina que es capaz de producir lesiones hemorrágicas severas cuando se inoculan ratas con la toxina purificada. Esto pudiera apoyar la capacidad de cepas de ECEAgg para causar diarrea con sangre en humanos. Estudios realizados en México identifican el 51 % de pacientes con diarrea persistente como portadores de ECEAgg y sólo el 5 % en niños asintomáticos CHPG.
  1. La Escherichia coli Adherencia difusa (ECAD) que se adhiere a la totalidad de la superficie de las células epiteliales y habitualmente causa enfermedad en niños inmunológicamente no desarrollados o mal nutridos. No se ha demostrado que pueda causar diarrea en niños mayores de un año de edad ni en adultos.

Infecciones nosocomiales fúngicas

Los científicos han conseguido identificar a más de 200,000 especies de hongos. Sin embargo, se conocen menos de 200 especies que pueden producir infecciones en el ser humano y el 90 por ciento de las micosis pueden ser atribuidas a sólo una docena.

En el caso de los hongos oportunistas representados por especies como Cándida y Aspergillus no suelen causar enfermedades por invasión en personas sanas. Pero estas variedades fúngicas pueden causar infecciones, a menudo letales, en pacientes con el sistema inmune debilitado.

Más del 90% de todas las infecciones invasivas por hongos están causadas por especies pertenecientes a los géneros Cándida (la más frecuente) y Aspergillus.

Las especies fúngicas y el tipo de infección difieren del órgano trasplantado y zona geográfica.

La probabilidad de muerte es aterradoramente alta. En el caso de Cándida, responsable de 8 de cada 10 infecciones fúngicas, la tasa de mortalidad es de más del 30 por ciento. Por su parte, el Aspergillus es menos frecuente pero aún más letal, con un promedio de fallecimientos que llega a casi el 90 por ciento.

Durante las últimas dos décadas la incidencia de las infecciones fúngicas y muy concretamente las aspergilosis invasiva ha aumentado de manera inexorable. Otras infecciones fúngicas con elevadísima mortalidad en inmuno deprimidos como las producidas por Scedosporium prolificans han aparecido en hospitales. Algunas de las razones de este hecho son el uso de los regímenes quimioterápicos antineoplásicos agresivos, el aumento de los programas de transplante y la epidemia de SIDA.

Los pacientes con mayor riesgo de una micosis invasiva por hongos filamentosos capaces de transmitirse por vía aérea son los pacientes con cáncer hematológico (particularmente leucemia aguda) por los receptores de transplantes de órganos a los que se les administra tratamiento inmunosupresor, los pacientes con SIDA, diabetes o los que reciben esteroides a altas dosis y los que son sometidos a cirugía mayor.

Los brotes de infecciones fúngicas por hongos filamentosos se han descrito especialmente en pacientes neutropénicos. Algunos de los brotes se han asociado con actividades de construcción y renovación dentro y alrededor de hospitales y otros brotes con mal funcionamiento o contaminación de los sistemas de ventilación o filtración del aire.

Se asume que la mayoría de las infecciones quirúrgicas micóticas son debidas a la contaminación que se produce durante el acto quirúrgico.

Aspergilosis nosocomial

Definición

El Aspergillus spp es un hongo saprofito que posee una gran ubicuidad. Sus esporas pueden persistir en el medio ambiente durante largo tiempo. Este hongo produce la aspergilosis.

En este sentido, el Aspergillus fumigatus se ha convertido en uno de los patógenos oportunistas más importantes produciendo cuadros neumónicos muy graves o fatales que eran desconocidos hace tan solo veinte años. Este hecho se relaciona con el progresivo incremento de pacientes con inmunodeficiencias, ya sean adquiridas (SIDA) o terapéuticas (trasplante de médula ósea, pacientes oncológicos, transplantados de órganos sólidos, diálisis, etc.), así como los sometidos a intervenciones complejas de larga duración.

Aspergillus spp. puede producir diversos síndromes clínicos que incluyen cuadros de hipersensibilidad, infección local o aspergilosis invasora. En los enfermos con TOS (Transplante de Órganos Sólidos), al igual que sucede con otros inmuno deprimidos, la aspergilosis invasora es la forma más frecuente pudiendo causar bronconeumonía hemorrágica, infección pulmonar con abscesos únicos o múltiples e invasión de las arterias pulmonares con producción de infarto distal o hemorragia.

Clínicamente, los pacientes suelen referir tos seca, disnea y dolor pleurítico. La fiebre no siempre está presente y no es raro que el enfermo presente hemoptisis. La sinusitis paranasal es otra forma de aspergilosis invasora, puede ser puerta de entrada con posterior diseminación. En este caso, los enfermos suelen referir cefalea, dolor facial y alteraciones visuales.

Con frecuencia la enfermedad se disemina, pudiendo afectar a cerebro, hígado, bazo, riñón, vasos sanguíneos, corazón, ojo, tubo digestivo, huesos y articulaciones. La presencia de abscesos cerebrales en enfermos con TOS (Transplante de Órganos Sólidos), es poco frecuente (alrededor del 0,6%), sin embargo en el 78% de las veces, son causados por Aspergillus y pueden ser únicos o múltiples con infarto o hemorragia subcortical.

Dado que no existe un consenso para establecer el diagnóstico de Aspergilosis es frecuente encontrar en la literatura términos como «altamente probable», «posible», «sospechoso», etc. variando la definición de caso de unos estudios a otros se que la clasifican según los siguientes criterios:

Aspergilosis definitiva

Evidencia histológica, en autopsia o biopsia, de destrucción o invasión tisular por hifas septadas y ramificadas en ángulo agudo.

En ausencia de estudio histopatológico, ante el aislamiento de Aspergillus sp., en una muestra de tejido habitualmente estéril, como biopsia transbronquial o punción aspirativa transtorácica, en pacientes con manifestaciones clínico-radiológicas sugestivas de infección.

Aspergilosis probable

Es aquella que ocurre en pacientes susceptibles, que presentan manifestaciones clínico-radiológicas y cualquiera de los dos criterios siguientes:

a) aislamiento de Aspergillus spp en al menos dos esputos o dos broncoaspirados o

b) aislamiento en cultivo de Aspergillus spp o evidencia de hifas septadas en el estudio histológico del líquido obtenido mediante lavado broncoalveolar.

La clasificación de un caso como comunitario o nosocomial plantea también dificultades, máxime cuando determinadas formas invasivas (v.g. las quirúrgicas) pueden tener periodos de incubación superiores a un año. En las infecciones de presentación respiratoria se ha adoptado el criterio general de considerar como infección comunitaria aquella que presenta sintomatología al ingreso o en las 72 horas siguientes al mismo; si la sintomatología comienza pasado ese periodo se considera en principio como nosocomial. En cualquier caso es conveniente realizar un estudio epidemiológico completo antes de etiquetar el origen comunitario o nosocomial de un caso (con independencia de que sea definitivo o posible).

Conclusiones

En el ambiente hospitalario existen abundantes géneros de hongos oportunistas contaminantes del medio ambiente o pertenecientes a la flora normal que pueden proliferar ante enfermedades debilitantes con compromiso del sistema inmunológico como cáncer y tuberculosis; estados fisiológicos como desnutrición, embarazo, obesidad o ante factores iatrogénicos como terapias prolongadas con antibióticos sistémicos e inmunosupresores (corticosteroides sistémicos y citostáticos).

Hay toda una gama de géneros y especies capaces de producir trastornos alérgicos y cuadros de intoxicación. Muchos son hongos que no son tenidos en cuenta con miras a erradicarlos, y que ponen en peligro la vida del huésped que llega a una institución hospitalaria con miras a solucionar un problema de salud, no a crearse uno, y que posiblemente fuera mas grave.

Es necesario recordar que los hongos son descritos en la mayoría de las literaturas como microorganismos ubicuos porque se encuentran por doquier; y así como en la industria, en la medicina y en la naturaleza están generando beneficios, en los espacios en donde se les brinde las condiciones u oportunidades pueden producir daños o alteraciones irreversibles.

Las familias micóticas aisladas en hospitales son:

  1. Aspergillus spp

Características macroscópicas: Colonias granulosas, de color negro en el anverso y amarillo en el reverso, elevadas, de superficie rugosa y borde irregular.

Características microscópicas: Hifas ramificadas, tabicadas y dicótomas, es decir divididas en dos.

  1. Penicillium spp

Características macroscópicas: Colonias pulverulentas, cerebriformes, de color gris en el anverso y marrón en el reverso, redondeadas con radiaciones, borde regular y superficie lisa.

Características microscópicas: Hifas largas que terminan en pequeños racimos de microconidias.

  1. Cándida spp

Características macroscópicas: Colonias blancas y cremosas.

Características microscópicas: Seudo hifas compuestas por blastosporas alongadas, con puntos irregulares, en germen oval o esférico.

  1. Coccidiodes spp

Características macroscópicas: Colonias blancas y lanosas.

Características microscópicas: Artrosporas como pequeños barriles unidos en cadenas.

  1. Cladosporium spp

Características macroscópicas: Colonias rugosas que viran de marrones a negras.

Características microscópicas: Micelios y conidias en cadenas largas y cortas.

  1. Madurella micetomii

Características macroscópicas: Colonias blancas en al anverso y amarillo en el reverso.

Características microscópicas: Hifas macrosifonadas aseptadas e hialinas, con esporangiosporas en su parte superior.

  1. Alternaría spp

Características macroscópicas: Colonias vellosas, de superficie rugosa y borde regular, de color gris intenso en el anverso y negro en el reverso.

Características microscópicas: Conidias grandes y pequeños entre lazadas.

  1. Microsporum audouinii

Características macroscópicas: Colonias rugosas, estriadas, de borde irregular, de color negro en el anverso y gris en el reverso.

Características microscópicas: Hifas esbeltas rodeadas de diminutas esporas.

  1. Nigrospora spp

Características macroscópicas: Colonias vellosas, de borde regular, superficie rugosa, de color gris oscuro en el anverso y negro en el reverso.

Características microscópicas: Micelio septado, que culmina en conidias negras o cafés.

  1. Prototheca spp

Características macroscópicas: Colonias blanquecinas, de superficie rugosa y bordes irregulares.

Características microscópicas: Hifas aseptadas. Con presencia de pequeñas conidias sueltas y de color oscuro.

  1. Actinomiceto spp

Características macroscópicas: Colonias rugosas, estriadas, de borde elevado y regular; de color cafés en el anverso y negras en el reverso.

Características microscópicas: Hifas filamentosas y ramificadas.

  1. Chrysusporium spp

Características macroscópicas: Colonias rugosas, elevadas, de color gris oscuro en el anverso y negras en el reverso.

Características microscópicas: micelio alargado y ramificado con endosporas en su interior.

  1. Aureobasidium pullulans

Características macroscópicas: Colonias algodonosas, blanquecinas y de borde regular.

Características microscópicas: Micelio filamentoso, septado y acompañado de pequeñas conidias sueltas.

  1. Microsporum spp

Características macroscópicas: Colonias pulverulentas, rugosas, elevadas y de bordes irregulares; blancas en el anverso y amarillo claro en el reverso.

Características microscópicas: Hifas septadas que terminan en microconidias.

Aspergillus, penicillium, cándida, alternaría, nigrospora, microsporum, madurella, cladosporium y cristosporium son los géneros más comunes en los ambientes de los hospitales, pertenecientes en su gran mayoría a la etiología de las micosis oportunistas; generándose mayor carga micótica ambiental en las salas de urgencias, unidades de cuidados intensivos y cirugía general.

Muchas de las infecciones intrahospitalarias están siendo causadas por la presencia de esporas micóticas en el ambiente hospitalario, participando en la activación de la resistencia microbiana y debilitamiento del sistema inmunológico del paciente, imposibilitándose así la acción eficaz de antibióticos y antimicóticos, proceso que retardaría el estado de enfermedad.

Conclusiones generales

Ante la generación de resistencia hacia los desinfectantes, biocidas, fungicidas y antibióticos de una gran variedad de microorganismos es que las instituciones de lucha contra las enfermedades intrahospitalarias (nosocomiales) – entre ellos el Instituto Robert Koch, organización alemana que es la principal asesora de la OMS – cada vez recomiendan más la limpieza básica (limpieza a fondo) con medios físicos y no químicos, sistema que imposibilita la generación de resistencias. Más bien los productos químicos incentivan la creación de defensas que son transmitidas genéticamente entre los agentes patógenos.

¿A Ud. le gusta ver palomas por su barrio, fábrica u oficina? Entérese

“Donde revolotean, alimentan y viven las palomas están sus materias fecales contaminando el ambiente en forma de polvo imperceptible. Este “polvo” invade nuestros muebles, escritorios y cocinas de forma tal que lo aspiramos, comemos e impregnamos; todo se contamina”.

Consecuencias (enfermedades) de la exposición al “polvo” de palomas:

“La zoonosis se refiere ha enfermedades infecciosas de animales que se transmiten a los humanos. Los agentes infecciosos son protozoarios, hongos, bacterias, clamidias o virus. La susceptibilidad individual y la seriedad de estas infecciones en humanos varía con la edad, estado de salud y estado inmunitario, aun cuando la intervención de terapia temprana es solicitada. La habilidad de provocar enfermedades de estos microorganismos varía de acuerdo a la virulencia del organismo, las dosis a la cual la persona es expuesta, así como la ruta de infección”.

I. Clamidiosis

La clamidiosis es un gran problema en palomas.

Chlamydia psitacci, es una bacteria inusual del organismo, existe a escala mundial y afecta a mas de 100 especies de aves. Causa una enfermedad llamada ornitosis cuando ocurre en aves y humanos.

Es principalmente transmitida por inhalación de polvo fecal contaminado y es diseminado por aves portadoras que actúan como reservorios principales de la enfermedad. La bacteria es excretada en las heces y secreciones nasales. Un estado de portador sano puede persistir por años.

La bacteria sobrevive al secado, que facilita la diseminación oral y permite la transmisión de ropa y equipo contaminado. Puede ser transmitida de ave a ave, heces a ave, ave a humano, heces de ave a humano. La trasmisión de humano a humano ocurre principalmente por la exposición de la saliva de los pacientes.

El periodo de incubación para clamidiosis es de 4-15 días, aunque 10 días es lo más común. En humanos, se manifiesta como enfermedad respiratoria febril. Hay una presencia repentina de escalofríos, dolor muscular y de articulaciones, dolor de cabeza, tos, perdida de apetito y dolor de pecho. Pueden originar inflamación del bazo, inflamación del músculo cardiaco y disminución del ritmo cardiaco.

Los humanos afectados son tratados con tetraciclinas por un periodo de 21 días. Debido a que este antibiótico puede ligarse irreversiblemente a ciertos minerales, el contenido de calcio de la dieta debe mantenerse bajo durante el tratamiento. Puede implicar un tratamiento de por vida.

II. Salmonelosis

El periodo de incubación es de 6-72 horas, aunque de 12-36 es lo más común. La salmonela es transmitida por la ingestión o comida contaminada por materia fecal (ruta fecal-oral). La excreción de la bacteria comúnmente varía entre unos días y semanas. En algunos casos, (Salmonela typhi, fiebre tifoidea) las personas infectadas pueden ser portadores de la bacteria de por vida, Salmonela enteriditis en la materia fecal de las aves puede penetrar los cascarones del huevo.

En la mayoría de casos, el tratamiento de la salmonelosis se trata con fluidos y electrolitos. Antibióticos como el cloranfenicol, nitrofuranos, o ampicilinas se suministran cuando la bacteria ha sido localizada en áreas de la superficie corporal del tracto intestinal.

III. Colibacilosis

La colibacilosis es causada por una infección de Escherichia coli, bacteria que normalmente habita en el tracto intestinal de todos los animales. Existen un número de diferentes estirpes. No todas son patógenas.

Los humanos con colibacilosis usualmente manifiestan diarrea que suele complicarse con otros síndromes dependiendo del serotipo de Escherichia coli. Estas complicaciones pueden incluir fiebre, disentería, shock, y púrpura (pequeñas hemorragias múltiples en la piel y en las membranas de las mucosas). El periodo de incubación es de 12 horas a 5 días, aunque lo más común es de 12-72 horas. La transmisión es vía fecal-oral. En la mayoría de los casos, en el tratamiento sintomático se requiere de fluidos y antidiarreicos. En infecciones más severas, los antibióticos tales como la tetraciclina y cloranfenicol pueden ser necesarios.

IV. Infecciones por Arizona (Arizonosis)

Las infecciones por Arizona son causadas por la bacteria Salmonella Arizona. Se presenta mas frecuentemente en las palomas, pero todos los animales son susceptibles.

En humanos la diarrea es lo más común. Muchas infecciones son subclínicas.

El periodo de incubación es de 6-72 horas, normalmente 12-36 horas. La transmisión es por vía fecal-oral. Puede sobrevivir por meses en el suelo, alimento o agua.

V. Tuberculosis Aviar

La tuberculosis aviar es causada por la bacteria Mycobacterium avium que esta estrechamente relacionada con la bacteria de tuberculosis de los humanos y los bovinos. En humanos, las infecciones por Mycobacterium avium pueden causar infecciones locales con nódulos linfáticos inflamados en ciertas regiones. La infección es más severa en individuos inmunocomprometidos. La bacteria Mycobacterium Avium es diseminada por ingestión de comida o agua contaminada por heces de aves.

Mientras que muchas infecciones por Mycobacterium se tratan con antibióticos, Mycobacterium Avium es la excepción ya que es altamente resistente a antibióticos. La operación para remover los nódulos linfáticos es frecuentemente necesaria para eliminar la infección.

Puede implicar un tratamiento de por vida.

VI. Histoplasmosis

Algunos hongos crecen en el suelo enriquecido con heces de aves, el Histoplasma capsulatum es uno de ellos. Las aves no son susceptibles a la infección, pero los humanos si pueden ser afectados.

El periodo de incubación es de 7-14 días. La mayoría de los casos en humanos son asintomáticos. La enfermedad se manifiesta de tres formas: daño pulmonar (el más común), cavidad pulmonar crónica, y diseminación.

  1. El daño pulmonar es como la influenza y puede durar varias semanas. Se caracteriza por escalofríos, dolor de pecho, tos, malestar y fiebre.
  1. La cavidad pulmonar crónica ocurre en personas de más de 40 años y se parece a la tuberculosis. Se caracteriza por tos productiva, perdida de peso, y problemas para respirar.
  1. La forma diseminada ocurre en los más jóvenes y en los ancianos. Las lesiones incluyen crecimiento de bazo e hígado, y ulceración de la mucosa. Puede ser fatal sino se trata.

La transmisión ocurre por inhalación de las esporas producidas por el crecimiento del moho. Esta enfermedad no es contagiosa. El reservorio es el suelo, especialmente cuando se enriquece con heces de aves o murciélagos.

VII. Criptococosis

Otro hongo que prefiere crecer en los suelos enriquecidos con heces de aves es Cryptococcus neoformans. El periodo de incubación es de semanas. Las infecciones se presentan en muchos mamíferos, pero ocurre más frecuentemente en humanos, caballos, perros, y gatos. La infección es rara en aves.

La transmisión de criptococosis es por inhalación de levaduras parecidas a los hongos, aunque puede ocurrir ocasionalmente por ingestión. Los humanos pueden recoger esta enfermedad de los nidos de las palomas. En humanos, se manifiesta como meningitis o meningoencefalitis, y es usualmente precedida por una infección pulmonar con tos, estornudo con sangre, fiebre y malestar.

El curso de esta enfermedad es crónico. Se presenta fiebre, tos, dolor de pecho, y se escupe sangre del tracto respiratorio, seguido por dolor de cabeza, cuello rígido y molestias visuales.

VIII. Criptosporidiosis

Esta enfermedad es causada por un protozoario del genero Cryptosporidium. Existen tres especies conocidas, Cryptosporidium baileyi, Cryptosporidium meleagridis y una especie sin nombre en codorniz.

En humanos causa dolor abdominal, nausea y diarrea acuosa durante 3-4 días. En individuos con problemas de inmunidad, causa daño severo, diarrea persistente con mala absorción de nutrientes y perdida de peso.

El periodo de incubación es de 3-7 días, y es esparcido por la vía fecal-oral por ingestión de oocitos infectados.

IX. Alveolitis Alérgica

La alveolitis alérgica es conocida como enfermedad del pulmón de la paloma, es una de las enfermedades zoonóticas más importantes.

Puede presentarse en fase aguda, subaguda y crónica. Los signos clínicos son causados por capacidad pulmonar reducida debido a una reacción de hipersensibilidad a las plumas, o pequeñas partículas de plumas, o polvo fecal. Provoca la inflamación de las unidades de intercambio de aire pulmonar (alvéolos).

La forma aguda de la enfermedad es usualmente precipitada por la atosigada exposición de un individuo a los excrementos de paloma.

Los síntomas se presentan en un periodo corto, en incluyen tos, dificultad para respirar, fiebre, y escalofríos. Si la exposición cesa en este punto, los síntomas se resuelven y no hay necesidad de tratamiento. Cuando es crónica, una exposición ligera es seria, y los síntomas se pueden confundir con un resfriado. Los individuos afectados tienen tos crónica, intolerancia al ejercicio, y pérdida de peso. Pueden desarrollarse lesiones permanentes en el pulmón, incluyendo fibrosis pulmonar la que reduce el intercambio gaseoso y la capacidad pulmonar.

La alveolitis alérgica crónica se desarrolla tan rápido como en dos años, pero usualmente toma de 10-20 años. Pacientes diagnosticados con esta forma crónica no tienen más opción que dejar de convivir con las aves. La exposición de tan solo pocos minutos a las plumas o heces puede ocasionar la recurrencia de problemas respiratorios.

Conclusiones

Muchas de estas enfermedades son transmitidas por ingestión o por contaminación por materia fecal. La prevención de la mayoría de las enfermedades simplemente involucra un saneamiento ambiental adecuado, la eliminación o ahuyentado de las palomas y la limpieza a fondo en húmedo (hidrolavado) del total de áreas exteriores de los locales, incluyendo los jardines.

La causa de los olores a desagüe en casas, departamentos, locales y oficinas

La ventilación de la montante vertical del desagüe, llamada también respiradero principal, cumple la función de “aspirar” aire para facilitar la caída libre de los efluentes y de los gases cloacales hacia la red cloacal pública. Nunca debe emanar gases o vapores hacia la atmósfera, no debe de tener mal olor.

En el caso en que el respiradero emane gases es debido a que el mismo no está cumpliendo su función. La función se encuentra invertida porque sopla gases hacia los techos y no aspira aire.

Cuando la pared interna de los tubos está saturada de desechos orgánicos (entre ellos las heces) proliferan bacterias que, normalmente, forman parte de la flora intestinal de las personas. En el sistema digestivo el número de colonias de bacterias es controlado por el sistema inmunológico, en los tubos no hay control inmunológico por lo que se reproducen (división celular) en forma geométrica hasta el punto que, en un metro lineal de tubería de 4 pulgadas, hay tantas bacterias como las que existen en los aparatos digestivos de aproximadamente 10,000 personas.

Las bacterias causantes del mal olor son las llamadas “Bacterias Sulfatorreductoras Anaerobias”. Como su nombre lo indica, se trata de organismos unicelulares, sin núcleo, que viven donde no hay oxígeno -ya que el oxígeno las elimina- y metabolizan los sulfatos que se encuentran en los deshechos orgánicos convirtiéndolos –reduciéndolos- en sulfuros, principalmente en sulfuro de hidrógeno (H2S), llamado también ácido sulfhídrico.

Tratándose de bacterias a las que el oxígeno las mata, para defenderse, producen una película biológica en el interior del tubo llamada biofilm. Esta película puede tener un grosor que mide desde una micra hasta 50 centímetros atorando las tuberías. Las bacterias sobreviven, se reproducen y metabolizan protegidas por el biofilm, que es resistente a cualquier ataque químico, ya se trate de soda cáustica, ácido muriático, etc.

El gas que producen, el sulfuro de hidrógeno, huele a huevos podridos y es tan tóxico como al ácido cianhídrico (ácido prúsico) hasta el punto que, en cantidades mayores a 50 partes por millón con respecto al aire produce la muerte por asfixia, por sulfatación de la hemoglobina desplazándose el oxígeno.

El sulfuro de hidrógeno es más pesado que el aire, lo que significa que, en un tubo de desagüe libre de cuerpos extraños y con respiraderos adecuados, cae evacuándose hacia la red cloacal pública.

Cuando se dan condiciones de obturación del tubo y de proliferación excesiva de bacterias productoras del gas, la ventilación o respiradero de la montante invierte su función, es decir que “sopla” y no aspira. La montante sopla en ambas direcciones, hacia el techo y hacia la red pública. En caso de atoro de la salida hacia la calle, deja de soplar hacia la red pública y sopla todo el gas hacia el techo.

Como mencionamos, se trata de un gas más pesado que el aire, es decir que una poca cantidad es alejada por el viento y la mayor parte “cae” y se “arrastra” por el techo, bajando por las paredes, escaleras, pozo del ascensor y ventilaciones, ingresando al interior de los ambientes. La sensación de humedad de los ambientes es ocasionada mayormente por este gas, además del olor típico accidental.

Este gas tiene también la particularidad de disolverse en el agua (aquí recibe el nombre de ácido sulfhídrico) contenida en las trampas, ya sea de los inodoros, sumideros o lavaderos; en la superficie que está en contacto con el tubo de desagüe. Luego, cuando se evapora el agua por el lado que está en contacto con la atmósfera, vuelve a convertirse en gas, invadiendo el ambiente. Esta es la razón por la que los baños con muy poco uso huelen a desagüe.

También se produce gas de amoniaco, esto es porque el ácido úrico de los orines se combina con el carbonato de calcio (elemento que determina la dureza del agua y que se encuentra en grandes cantidades en el agua potable de Lima, por eso es que se forma caliche en teteras y duchas de agua caliente) formando carbonato de amonio (sal amarillenta que atora las tuberías) que, cuando se descompone, produce amoniaco en cantidades importantes.

En la mayoría de los países desarrollados, en los que las normas sanitarias son completas y de fiel cumplimiento para el bienestar de los ciudadanos, los gobiernos locales revisan los desagües y, según sea el caso, ordenan la reparación y/o el mantenimiento de limpieza bajo pena de multa o clausura. Es para evitar la intoxicación por sulfuro de hidrógeno y amoniaco, además de prevenir enfermedades ocasionadas por bacterias patógenas, especialmente la Eschechiria Coli.

En el Perú, desde hace casi 16 años, brindamos el servicio de mantenimiento de limpieza de la red de desagüe por hidrolavado, eliminándose completamente los residuos, las bacterias y el gas.

Como clientes importantes y satisfechos podemos mencionar a Compañía de Minas Buenaventura SAA, Perufarma SA, Club Social Miraflores (Casino de Miraflores), Centro Médico Naval “CMST” (Hospital Naval, el centro de salud más importante del país), Base Naval del Callao (Dirección de Abastecimiento y el Comando de la Fuerzas de Superficie), Escuela Naval del Perú, Estación Naval La Perla (donde reside la Comandancia General de la Marina), etc., todos ellos con varios edificios siendo muy exigentes en cuanto al cumplimiento de normas sanitarias.

¿Pueden los biocidas provocar la aparición de bacterias resistentes a los antibióticos?

Los biocidas se añaden a muchos bienes de consumo, como cosméticos y detergentes, para aniquilar bacterias o inhibir su crecimiento. Son biocidas los desinfectantes, los conservantes y los antisépticos, que se utilizan frecuentemente en la cría de animales, la producción de alimentos y la atención médica.

Existe la preocupación de que este uso generalizado de los biocidas pueda conducir a la aparición o a la proliferación de bacterias dañinas resistentes tanto a los biocidas como a los antibióticos.

Teniendo en cuenta las pruebas científicas actuales, ¿pueden los biocidas provocar la aparición de bacterias resistentes a los antibióticos?

¿Qué son los biocidas y en qué medida se utilizan?

Se puede aniquilar o inhibir a las bacterias mediante distintos productos antimicrobianos, a saber, antibióticos que actúan contra las infecciones en seres humanos o animales y biocidas como los desinfectantes y los conservantes. Esta evaluación se centra únicamente en aquellos productos que actúan contra las bacterias, y no en los biocidas utilizados en el control de otros microorganismos o plantas y animales.

A algunas bacterias no les afectan los productos antimicrobianos de manera natural, mientras que otras pueden desarrollar resistencia a ciertos biocidas a lo largo del tiempo. Las cepas resistentes de bacterias pueden sobrevivir a concentraciones de biocidas que aniquilarían a la mayoría de bacterias de la misma especie. Las bacterias pueden desarrollar gradualmente tolerancia a las sustancias antimicrobianas, pudiendo resistir concentraciones cada vez mayores. En ciertos casos, la resistencia a los biocidas puede derivar en resistencia a los antibióticos.

Existen muchas sustancias biocidas en el mercado que actúan de forma diferente y, en ocasiones, se combinan distintos biocidas en un mismo producto para incrementar su efectividad total.

Los biocidas requieren aprobación antes de su lanzamiento al mercado. Sin embargo, al contrario que los antibióticos cuyo uso en seres humanos y animales se controla minuciosamente, los biocidas pueden utilizarse sin ningún tipo de control. La cantidad total de biocidas producidos y utilizados en el mundo todavía se desconoce, aunque se espera que sea considerablemente mayor que la producción total de antibióticos.

El uso generalizado de los biocidas en muchos productos diferentes y en grandes cantidades podría contribuir a que las bacterias se vuelvan resistentes tanto a los biocidas como a los antibióticos.

¿Cuáles son los principales usos de los biocidas?

En las instalaciones sanitarias, los biocidas son indispensables para prevenir y controlar infecciones.

Los desinfectantes se utilizan para descontaminar superficies, instrumentos y la piel de los pacientes y del personal sanitario. Normalmente, cuanto mayor es el riesgo de infección, más fuerte es el método de desinfección utilizado.

Los antisépticos se utilizan para tratar infecciones en heridas superficiales.

Los biocidas se añaden a muchos bienes de consumo para evitar que crezcan microorganismos en ellos y los deterioren. Se utilizan en cosméticos y productos de cuidado personal, productos de limpieza, detergentes y desinfectantes.

En la industria alimentaria, los biocidas se utilizan frecuentemente para desinfectar las instalaciones y cualquier material que entre en contacto con los alimentos, así como para descontaminar los productos cárnicos. También se añaden como conservantes a los productos alimentarios y como desinfectantes al agua potable.

En ganadería, los animales, sus derivados y cualquier recinto y material utilizados suelen tratarse con biocidas para descontaminarlos, para evitar el desarrollo de microorganismos potencialmente dañinos y para proteger a los animales de enfermedades.

Las plantas de tratamiento de las aguas añaden biocidas al agua tratada antes de que ésta abandone las instalaciones para evitar que libere organismos dañinos al medio ambiente. Otras aplicaciones industriales cada vez más comunes de los biocidas son el uso de torres de refrigeración para evitar la propagación de la Legionella, portada por diminutas gotas de agua, y su incorporación a los materiales de construcción o las superficie de los productos para evitar que se desarrollen microorganismos en ellos.

¿Existen pruebas de la aparición de bacterias resistentes a los biocidas?

Una forma común de determinar la resistencia a los biocidas consiste en calcular la concentración mínima de un biocida para detener el crecimiento de microorganismos. Sin embargo, una mejor medición de la resistencia es la concentración mínima necesaria para aniquilar a los microorganismos. Un incremento en la cantidad de biocida necesaria indica que los microorganismos han desarrollado resistencia.

Desde hace tiempo se han observando bacterias resistentes a sustancias biocidas activas utilizadas en las instalaciones sanitarias, por ejemplo bacterias resistentes a los antibióticos o a los compuestos de plata que contienen las compresas aplicadas a las quemaduras. Debido al uso extendido de desinfectantes y antisépticos en las instalaciones sanitarias, es necesario investigar más exhaustivamente, no sólo en el laboratorio sino también en la práctica, a fin de observar si su uso a largo plazo influye en el desarrollo de resistencia.

Se han detectado bacterias resistentes a los biocidas en cosméticos y otros productos de consumo, así como en las plantas industriales donde se fabrican. Sin embargo, hasta la fecha no hay pruebas de la existencia de un vínculo con la resistencia a los antibióticos.

Los biocidas se utilizan frecuentemente en la producción de alimentos, y existen pruebas de que algunas de las bacterias detectadas en los alimentos se están volviendo cada vez más tolerantes a los biocidas, pese a que todavía no han desarrollado resistencia. Se ha investigado mucho sobre si el uso de antibióticos en animales provoca la aparición de microbios resistentes. Sin embargo, son escasos los datos sobre cómo podrían afectar los actuales regímenes de limpieza y desinfección en la producción de alimentos y en la cría de animales al desarrollo de resistencia.

Dado que los biocidas se utilizan en grandes cantidades y se vierten junto con las aguas residuales, están presentes en pequeñas concentraciones en el medio ambiente. Existe la preocupación de que dicha situación conduzca a la supervivencia selectiva de las bacterias resistentes.

¿Cómo pueden las bacterias adquirir resistencia a los biocidas o antibióticos?

De manera natural, algunas bacterias no se ven afectadas por los productos antimicrobianos. Otras encuentran modos de mantener su concentración interna de biocidas a niveles inofensivos para ellas, por ejemplo limitando la cantidad que penetra en la célula o expulsando los biocidas. Determinadas bacterias pueden utilizar enzimas para alterar los productos antimicrobianos o pueden modificar su envoltura exterior para que los productos no puedan penetrar en el interior de la célula.

Las bacterias que desarrollan resistencia son especialmente preocupantes, pues adquieren genes resistentes de otras bacterias.

Cuando diferentes cepas de bacterias se ven expuestas a antibióticos, aquellas con genes resistentes sobreviven, mientras que las demás mueren. Con el paso del tiempo, esto puede derivar en la supervivencia selectiva de las cepas resistentes y, en consecuencia, en un incremento de la resistencia.

Los antibióticos y los biocidas a veces tienen un funcionamiento similar y algunas bacterias han desarrollado resistencia a ambos a través de distintos mecanismos. Todo ello suscita inquietudes sobre el uso indiscriminado, y a menudo inadecuado, de los biocidas en situaciones en las que no son necesarios pues se puede contribuir al desarrollo y a la persistencia de la resistencia.

¿Contribuye el uso de biocidas al desarrollo de bacterias resistentes a los antibióticos?

Varios estudios de laboratorio ya han señalado la posibilidad de que el uso de biocidas pueda provocar el desarrollo de bacterias resistentes a los antibióticos. En la práctica, de momento es muy difícil establecer de forma concisa y concluyente si el uso de biocidas conduce a la aparición y proliferación de bacterias resistentes a los antibióticos. No existen procedimientos normalizados para comprobar si existe un vínculo entre ambos y los resultados de los diversos laboratorios son contradictorios.

¿Cuáles son los posibles riesgos del uso de biocidas en lo referente a la resistencia bacteriana?

Los biocidas podrían suponer una amenaza directa para la salud humana si conducen a la supervivencia de algunas bacterias dañinas resistentes a los productos antimicrobianos. Incluso la aparición de bacterias resistentes inofensivas como consecuencia del uso de biocidas podría suponer una amenaza indirecta, ya que podrían transferir los genes que confieren resistencia a las bacterias dañinas.

Las bacterias resistentes a los biocidas son cada vez más comunes en las instalaciones sanitarias. Es necesario investigar más exhaustivamente si existe un vínculo entre el uso de biocidas en los hospitales y el desarrollo de la resistencia a los antibióticos. Hasta el momento, sólo se han encontrado pruebas de dicho vínculo en algunos casos de antibióticos cuyo uso no es muy común actualmente.

Se debería formar al personal sanitario para que utilicen los desinfectantes y antisépticos de un modo adecuado, y únicamente cuando sea necesario.

Los biocidas se utilizan en cantidades tan grandes que están presentes en pequeñas concentraciones en el medio ambiente. Existe la preocupación de que una exposición continua de las bacterias a biocidas podría conducir a la aparición de cepas resistentes, aunque todavía no se ha demostrado en la práctica.

¿Cuál es la explicación de la resistencia a los biocidas y los antibióticos?

Las poblaciones de bacterias responden de forma rápida a los cambios ambientales. Cuando se exponen a sustancias químicas, como los biocidas, que son tóxicas para ellas, pueden desarrollar resistencia de distintos modos. Como los biocidas y los antibióticos suelen funcionar de manera parecida, algunos de estos mecanismos de resistencia son eficaces contra ambos productos.

Es probable que las bacterias de los hogares y del medio ambiente se vean expuestas frecuentemente a concentraciones de biocidas demasiado bajas para aniquilarlas, lo que podría derivar en resistencia. La dimensión actual del problema, si existe, aún se desconoce.

Grandes cantidades de biocidas alcanzan los fregaderos de las cocinas, las plantas depuradoras y las aguas superficiales. Existe la preocupación de que estas concentraciones medioambientales puedan provocar resistencia en los microorganismos, pero ningún estudio de laboratorio lo ha demostrado.

¿Cómo puede evaluarse el riesgo de las resistencia a los antibióticos y biocidas?

La principal causa de resistencia a los antibióticos en la práctica clínica sigue siendo el uso de antibióticos, si bien el uso de biocidas puede influir. A fin de conservar nuestra capacidad de tratar las infecciones con antibióticos, es imprescindible una buena higiene para evitar infecciones, así como un uso adecuado de los biocidas.

Cada biocida actúa de forma distinta, y unos tienen más probabilidades de provocar la aparición de bacterias resistentes que otros. El riesgo de la propagación de genes resistentes depende del tipo de bacteria involucrada, y es especialmente alto en el caso de aquellas bacterias que transfieren material genético (ADN) con facilidad a otros tipos de bacterias.

Las bacterias que crecen como un biofilm adherido a una superficie son especialmente capaces de sobrevivir en condiciones hostiles (ataques físicos, químicos o biológicos), y suponen un alto riesgo de resistencia tanto a los antibióticos como a los biocidas.

Es muy difícil determinar la eficacia de los productos antimicrobianos, en especial en condiciones de vida real.

Es necesario desarrollar cuanto antes procedimientos de análisis normalizados para calcular la resistencia a los biocidas y los antibióticos en muestras de bacterias, incluidas aquellas que crecen como un biofilm.

Conclusiones y recomendaciones

Durante mucho tiempo, los seres humanos han utilizado productos con propiedades biocidas para mantener a los microorganismos dañinos bajo control de forma eficaz. Hoy en día, las bacterias se están volviendo cada vez más resistentes a los antibióticos y existen pruebas científicas de que el uso y el abuso de biocidas como los desinfectantes, los antisépticos y los conservantes puede contribuir a la resistencia a los antibióticos. Hasta el momento, la falta de datos concretos, en especial sobre la cantidad de biocidas utilizados, hace que sea imposible determinar qué biocidas suponen un mayor riesgo de generar resistencia a los antibióticos.

Para realizar una evaluación concisa del riesgo son necesarios:

1) Datos sobre la exposición de las bacterias a los biocidas, entre ellos datos acerca de:

-las concentraciones de biocidas a las que las bacterias se exponen directamente cuando se tratan con desinfectantes o antisépticos, e indirectamente a través del contacto con residuos de biocidas;

-los efectos de las condiciones medioambientales en la exposición;

-los posibles efectos de la exposición en los tipos de bacteria que sobreviven;

-los efectos de la exposición en la propagación de genes resistentes entre las bacterias;

-los efectos combinados de todos los distintos componentes de los productos biocidas que podrían aumentar la resistencia.

2) Procedimientos normalizados para medir la capacidad de los biocidas para inducir resistencia contra ellos mismos y contra los antibióticos.

3) Estudios medioambientales que calculen la resistencia a los biocidas y antibióticos tras el uso y el abuso de los biocidas.

Los biocidas son un recurso valioso que no debería utilizarse si no es preciso. Al usarse, deberían aplicarse en concentraciones suficientemente altas como para aniquilar a todas las bacterias expuestas y eliminar el riesgo de resistencia.

Deberían establecerse programas de seguimiento para controlar el nivel de resistencia y de resistencia cruzada en las instalaciones sanitarias, en la industria alimentaria, y en lugares donde se cuiden animales.

Biocidas en dosis no letales pueden producir resistencia en las bacterias

Un estudio publicado en la revista Microbiology expone que las bacterias que sobreviven al contacto con desinfectantes en hospitales, pueden desarrollar mutaciones que las hacen resistentes a los agentes biocidas y a determinados antibióticos.

Según la BBC, los hospitales británicos han sido prevenidos y se ha dado importancia a aplicar los productos de desinfección de acuerdo a las normativas y en las concentraciones recomendadas, ya que diluirlos en exceso puede originar bacterias más dificiles de erradicar y contribuir así a extender los casos de infecciones contraidas en los hospitales.

Reducir los casos de MRSA (Methicillin-resistant Staphylococcus aureus) en los hospitales, una bacteria resistente a un amplio grupo de antibióticos y que es responsable de infecciones en humanos de difícil tratamiento, es un objetivo del sistema de salud británico.

El uso restringido de antibióticos es una medida adoptada con el fin de evitar que las bacterias desarrollen resistencia a los tratamientos, pero recientes investigaciones sugieren que el uso de productos químicos de desinfección pueden igualmente ser causantes de este problema.

Los investigadores del Departament of Veterans Affairs Medical Center en Detroit expusieron la bacteria de Staphylococcus aureus a concentraciones bajas de un amplio grupo de antisépticos y productos antibacterianos, que son de uso común en hospitales y hogares.

Descubrieron que al no morir por la acción de los químicos, la bacteria iniciaba una mutación hacia nuevas cepas y que éstas poseian un mayor número de "efflux pumps", una sustancia hallada en la superficie de sus células que les permite desembarazarse de las moléculas tóxicas.

Estas cepas no sólo eran resistentes a las moléculas desinfectantes, sino también a algunos antibióticos como la ciprofloxacina.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 80% de las enfermedades infecciosas se transmiten por el agua. Acciones habituales de la vida cotidiana como beber agua, preparar comidas o asearse pueden ser causa de trastornos moderados como gastroenteritis, diarreas, dolores abdominales o vómitos.

Ácido sulfhídrico o sulfuro de hidrógeno, gas de las cloacas.

El ácido sulfhídrico o sulfuro de hidrógeno (H2S) es un ácido inorgánico formado por la disolución y disociación en agua del sulfuro de hidrógeno (H2S, un gas que huele a huevos putrefactos). Se llama ácido sulfhídrico cuando se halla disuelto en agua y en estado gaseoso se le conoce con el nombre de sulfuro de hidrógeno. Su punto de ebullición es de 212.86 K.

El ácido sulfhídrico se encuentra en los desagües cloacales, más precisamente dentro de las costras formadas por los deshechos orgánicos en las paredes interiores de los tubos, donde sobreviven las bacterias anaeróbicas porque fabrican una capa protectora contra los ataques químicos (contra el oxigeno, álcalis y ácidos) llamada biofilm. Se han producido muertes cuando el ácido sulfhídrico borbota alcanzando a personas. Como este ácido es más denso que el agua se produce fraccionamientos por diferencia de densidad.

Generalmente se produce por descomposición anaerobia de restos orgánicos. También puede ocurrir como resultado de la degradación bacteriana de materia orgánica en condiciones anaeróbicas. A las bacterias que originan el Sulfuro de Hidrógeno se les conoce como Bacterias Anaerobias Sulfatorreductoras.

El Sulfuro de Hidrógeno (H2S) es un gas altamente tóxico, inflamable, incoloro y con un olor característico a huevos podridos. Se le conoce comúnmente como gas de las cloacas. La gente puede detectar su olor a niveles muy bajos. Es uno de los principales compuestos causantes de las molestias por malos olores.

El ácido sulfhídrico es extremadamente nocivo para la salud, bastan 20-50 ppm en el aire para causar un malestar agudo que lleva a la sofocación y a la muerte por sobrexposición. Debido a su toxicidad, está ubicado a la par que el ácido cianhídrico (HCN) o ácido prúsico (usado por los nazis en las cámaras de gas para la eliminación de los hebreos). En estudios recientes se ha conseguido inducir la hibernación en ratones aplicando sulfhídrico.

El sulfhídrico es responsable del ennegrecimiento de algunas pinturas basadas en carbonato de plomo por la formación del sulfuro de plomo, de color negro. Químicamente se manifiesta en la formación de una mancha negra de sulfuro de plomo en un papel húmedo impregnado con acetato de plomo: Pb (HO2CCH3)2 + H2S -> PbS + 2 HO2CCH3

La causa por la cual que a pesar de la presencia más masificada de este compuesto hay relativamente pocos muertos causados es el mal olor con que va acompañado. Sin embargo a partir de los 50 ppm tiene un efecto narcotizante sobre las células receptoras del olfato y las personas afectadas ya no perciben el hedor. Como la densidad del sulfhídrico es mayor que la del aire se suele acumular en lugares bajos donde puede causar víctimas.

A menudo se producen varios afectados. Una primera víctima cae inconsciente y luego son afectados también todos los demás que van en su rescate sin el equipo de protección necesario.

El sulfhídrico actúa sobre los centros metálicos de las enzimas, bloqueándolas e impidiendo de esta manera su funcionamiento. Para un tratamiento se recomienda llevar al afectado lo más rápidamente posible al aire fresco y aplicar oxígeno puro. Además el ión sulfuro se combina con la hemoglobina del mismo modo que el oxígeno precipitando la asfixia del organismo.

La exposición a niveles bajos de ácido sulfhídrico puede producir irritación de los ojos, la nariz o la garganta. También puede provocar dificultades respiratorias en personas asmáticas. Exposiciones breves a concentraciones altas de ácido sulfhídrico pueden causar pérdida del conocimiento y la muerte.

En la mayoría de los casos, las personas que pierden el conocimiento parecen recuperarse sin sufrir otros efectos. Sin embargo, algunas personas sufren efectos permanentes o a largo plazo tales como dolor de cabeza, poca capacidad para concentrarse, mala memoria y mala función motora. No se han detectado efectos a la salud en personas expuestas al ácido sulfhídrico en las concentraciones que se encuentran típicamente en el ambiente (0.00011- 0.00033 ppm). Los científicos no tienen información que demuestre que personas se han envenenado al ingerir ácido sulfhídrico. Cerdos que ingirieron alimentos que contenían ácido sulfhídrico sufrieron diarrea por varios días y perdieron peso dentro de los 105 días de la ingesta.

Los científicos poseen poca información sobre lo que sucede cuando usted se expone al ácido sulfhídrico a través de la piel.

A pesar de la alta toxicidad del sulfuro de hidrógeno para los mamíferos hay muchos microorganismos que toleran elevadas concentraciones de este gas o que incluso se alimentan de éste. Hay teorías que asocian la metabolización del sulfuro de hidrógeno como existe, por ejemplo, cerca de fuentes volcánicas subacuáticas con el desarrollo de la vida en la Tierra.

La eliminación segura de este problema es con nuestro servicio de hidrolavado con alta presión del interior de las tuberías de desagüe removiendo el biofilm de protección permitiendo que el oxígeno del ambiente mate a las bacterias anaeróbicas sulfatorreductoras y licuando las costras donde se multiplican.

Limpieza, desatoro y desinfección del sistema de desagüe

Nuestro servicio especializado de LIMPIEZA, DESATORO y DESINFECCIÓN DEL SISTEMA DE DESAGÜE por hidrolavado de alta presión con agua fría/caliente y con detergentes biodegradables, amables con el medio ambiente, del interior de las montantes y colectores es el MANTENIMIENTO IDEAL y MODERNO para evitar cambios prematuros de los tubos, además de eliminar los olores y los atoros.

Somos pioneros a nivel nacional brindando este servicio con una trayectoria de 16 años con plena satisfacción de nuestros clientes, entre ellos caben mencionar a:

· Centro Médico Naval “Cirujano Mayor Santiago Távara” (Hospital Naval)

· Club Social Miraflores – Casino de Miraflores

· Comando de Fuerza de Superficie, Base Naval del Callao

· Compañía de Minas Buenaventura SAA

· Dirección de Abastecimiento de la Marina de Guerra del Perú, Base Naval del Callao

· Escuela Naval del Perú, La Punta, Callao

· Estación Naval La Perla – Comandancia General de la Marina de Guerra del Perú

· PERUFARMA SA

· Varias Juntas de Propietarios de edificios de viviendas y oficinas de Lima y Callao

ü Problemas que ocasionan riesgos sanitarios a los residentes alterándoles la calidad de vida, desprestigiando el inmueble y reduciendo la vida útil de la red sanitaria

1. Atoros e inundaciones por la reducción del diámetro interno de las tuberías formándose costras de residuos sólidos y/o grasos

2. Olores y contaminación peligrosa de los ambientes por la proliferación en el interior de los tubos de bacterias sulfatorreductoras anaeróbicas generadoras del gas sulfuro de hidrógeno – gas de las cloacas

3. Enfermedades ocasionadas por la proliferación de agentes patógenos peligrosos para la salud humana en muebles y ambientes, principalmente Escherichia coli (E. coli)

4. Corrosión prematura de los tubos por efectos acidulantes, alcalinizantes, sulfurantes y oxidantes causados por los residuos y las bacterias

ü Descripción del Servicio de mantenimiento de los sistemas de desagüe por hidrolavado a alta presión

Es un servicio de decapado y escurrido de la parte interna de los tubos de las montantes y colectores de desagüe de los edificios y casas. Se utilizan hidrolavadoras electrónicas especializadas de tecnología alemana y de última generación con accesorios también especializados.

Primero se utilizan boquillas humectantes y rompedoras de obturaciones para ablandar las costras y dejar el paso libre al resto de las etapas, a continuación se utilizan boquillas de arrastre que literalmente barren y extraen los residuos sólidos gruesos, y, finalmente, boquillas giratorias de titanio que giran a aproximadamente 10,000 revoluciones por minuto haciendo que 4 chorros de una solución acuosa aplicada a presiones de 2,500 libras laven 40,000 veces por minuto cada centímetro de avance en el tubo disolviéndose tanto las costras como el biofilm (película biológica) fabricado por las bacterias anaeróbicas sulfatorreductoras (productoras del gas sulfuro de hidrógeno).

ü La solución de los problemas de las redes sanitarias

Nuestro método de limpieza por hidrolavado elimina los problemas comunes de las redes sanitarias decapando las paredes internas de los tubos disolviéndose las costras, atoros, grasas y las películas biológicas (biofilm) y, de esta forma, se recupera el diámetro interno original matando las colonias de bacterias ya sea por el oxígeno que ingresa afectando a las bacterias anaeróbicas sulfatorreductoras, y por el ácido sulfhídrico (solución acuosa del sulfuro de hidrógeno) que se genera al disolver el biofilm cambiando drásticamente el pH del medio desinfectando y eliminando las bacterias patógenas, hongos y virus. No se dañan los tubos, el mal olor del ambiente y los atoros se eliminan. Se extiende la vida útil de los tubos.

Limpieza de Fachadas y Pisos por Hidrolavado de Alta Presión

Nuestra experiencia, productos y métodos de limpieza de fachadas por hidrolavado con tecnología alemana dan resultados extraordinarios evitándose maltratar el sustrato (cuarzo, cemento desnudo, cemento con pinturas expósicas, mármol, marmolina, estucados, ladrillos caravista, cerámicos, etc.), sin producir aureolas (manchas generadas por la competencia sin experiencia) y removiéndose de la superficie la grasa negra ambiental producida por los vehículos.

Nuestras obras hablan por si solas, tal es así que fuimos los únicos autorizados por el Instituto Nacional de Cultura INC para limpiar con el método de hidrolavado de las fachadas del PALACIO DE GOBIERNO DEL PERÚ.

Por nuestra eficiencia en limpieza en trabajos de altura fuimos contratados por la FUNDACIÓN ENDESA (EDELNOR) de España para lavar íntegramente la fachada IGLESIA DE NUESTRA SEÑORA DEL PILAR de San Isidro a propósito de la inauguración de su iluminación.

Entre otros varios trabajos, nos contrató MIBANCO para lavar el antiguo edificio del MINISTERIO DE LA PRESIDENCIA, ubicado en el cruce del sanjón (Av. Paseo de la República) con la Av. Domingo Orué, y así preparar el pintado del mismo. También lavamos las fachadas y pisos de PERUFARMA y de CIA. DE MINAS BUENAVENTURA, además de las de varios edificios residenciales y de oficinas.

El hidrolavado de pisos de laja, piedra, terrazo, etc., con nuestro método y equipos alemanes de última generación es la solución para rescatarlos quedando como nuevos recuperándose la prestancia de los mismos.